Erase una vez, un dios llamado Vulcano, hijo de Júpiter y Juno. Era el dios del fuego, patrón de todos los herreros. Este habitaba en el Olimpo .Durante mucho tiempo, pero al tratar de liberar a su madre cayó, fue arrojado de la mansión celeste (Olimpo).Después de haber permanecido nueve días y nueve noches suspendido en el cielo y la tierra, cayó con tanta violencia en la isla de Lemnos que se quebró una pierna y quedo cojo.
En aquella isla lo recibieron los habitantes con mucha bondad, que decidió establecerse entre ellos, y les enseño a servirse del fuego y el arte de forjar los metales. Un día se caso con la hermosa Venus, pero esta diosa disgustaba de la deformidad de él. El nombre Vulcano fue llamado Lemnio, Etneo, Liparco, Mulsiber, etc. Sus obreros eran los ciclopes, especies de gigantes con un ojo en medio de la frente: Apolo el dios de la luz, los mato a todos por que habían fabricado los rayos con que Júpiter abrazo a su hijo.
Un día de trabajo en el taller de Vulcano, el dios Apolo quien hacia de foco de luz con los rayos que llevaba en su cabeza, le da una noticia a Vulcano diciéndole que su esposa Júpiter le estaba siendo infiel con el dios de la guerra, Marte. Todos los ayudantes de Vulcano estaban sorprendidos. Vulcano al igual que los ayudantes de el quedo sorprendido y a la vez cabizbajo ya que no le gusto el episodio burlesco de esposo engañado.
